31 de enero de 2015

Ensayo y error

Llore sin parar todo el día, pues justo cuando estaba más optimista las cosas salen mal, el golpe fue mas fuerte, fue como una caída libre sin paracaídas. Mi esposo me veía tan mal que ni siquiera quería que fuéramos a la clínica a hablar con el doctor. "podemos ir después" me decía. Para mi no había un después, yo quería explicaciones ya. La cita era con el doctor Elkin Lucena, es uno de los científicos más prominentes de Colombia y Latinoamérica, es el responsable del primer bebe probeta en latinoamérica en 1985 y especialista en reproducción humana y ginecobstetricia, en pocas palabras el personaje es una eminencia en el tema y ya habíamos tenido contacto con el en citas anteriores y la ultima vez en la transferencia.

Cuando llegamos al consultorio lo primero que dijo fue "yo estoy igual de triste que ustedes, pero así es esto, hay que ser fuertes". Era la paciente estrella del mes para el, la que más oportunidad tenia de obtener el positivo. Revisó toda la historia clínica, todos los exámenes, la medicación, todo. Todo aparentemente bien, de nuevo útero sano, endometrio de tamaño perfecto, estradiol perfecto, progesterona bien, y los embriones que los llevaron a blastocisto no podían ser de mejor calidad.

Solo había algo que no estaba tan bien, mediante una ecografía previa a la transferencia miden cierto tipo de flujo, que para implantación debería estar entre 14-20 puntos, yo lo tenia en 15, estaba bajito pero no pensaron que fuera a afectar la implantación. Este nivel de 15 puntos afectó la formación de "pinópodos" que son pequeñas protuberancias que promueven la implantación ayudados de la progesterona. Son como pequeñas escobitas que absorben parte de los fluidos presentes en la cavidad uterina y permite que acerque o arrastre al blastocito al endometrio y que el endometrio a su vez atrae y absorbe para promover la implantación. En mi caso las escobitas no estaban tan fuertes como para arrastrarlo lo más cerca posible al endometrio y que se pegara de ahí, razón por la cual no hubo implantación.

Heridas de guerra

Llego el día de la famosa beta y siguiendo con la actitud positiva, amanecí muy tranquila y mi esposo igual. A eso de las nueve de la mañana fuimos a la toma de sangre, que como siempre no dejo de ser sufrida, esta vez el pinchazo fue en la muñeca y ahí puedo decir que duele más que en la mano. Fueron casi diez minutos de lucha de la enfermera para poder sacar dos tubitos de sangre, pero al final lo logró con un solo pinchazo y eso no es fácil en mi. "Resultados al medio día, a eso de la 1pm te estamos llamando" dijo la enfermera.

Nos fuimos a casa a esperar. El reloj marcó la 1, la 1:20, la 1:40 y nada, ahí si me empece a angustiar, casi a las 2pm sonó el teléfono, fue la hora más larga de mi vida. Era el doctor.

-Dr: Como estas Claudia?
-Yo:Bien doctor, ya con menos dolor. (notese la actitud positiva)
-Dr: Que bueno me alegra
-Dr: ya tengo el resultado. Tu beta salio negativa.
-Dr: te espero mañana a las 10am para que hablemos y miremos que pasó.
-Dr: Suspendemos todo el medicamento, en dos días tendrás tu periodo.
 -Yo: ok ok ok

Quede en shock, no me salía ni una palabra, solo lagrimas y lagrimas sin parar. Mi esposo me abrazo tan fuerte que sentí que era el final de todo. No podía creerlo, porque? que falló?en que fallé? que estoy pagando? esto es una completa mierda! Todo fue en vano, solo pensaba en eso. De nada sirvió el reposo total, aguantarme el dolor de la progesterona intramuscular por 14 días, ni la famosa cámara hiperbárica tan molesta, ni el sauna infrarrojo, ni la sueroterapia, de nada sirvió el esfuerzo, la paciencia y la lucha. De nada sirvió el positivismo, ni la relajación para estar tranquila. De nuevo estoy como al principio, sin embarazo, agotada, cansada, frustrada, sin dinero, sin ahorros, sin ilusión. Quede con el corazón roto otra vez, destrozada, llena de deudas y con unos kilos de más.

Crónica de mi beta espera

Todo iba bien en la beta espera durante la primera semana, tome reposo total por voluntad propia ya que en la beta espera pasada el medico me dijo "vida normal sin excesos" pero no funcionó, así estuve en cama los 10 días de esta larga espera.

Los primeros días, incluso dos antes de la transferencia debo confesar que estaba bastante incomoda con los óvulos vaginales, el cuello de mi útero es muy estrecho y me cuesta mucho ponérmelos, además siempre tuve sensación de que quedaba mal puesto y se salía, pero el medico me dijo que era normal que se saliera un poco y que no me preocupara. Cuatro días después de usarlos empece a tener irritación vaginal, picazón desesperante, razón por la cual tuve que regresar a la progesterona intramuscular que aunque dolorosa me dejó mas tranquila.

Día 7, luego de aplicarme la progesterona intramuscular empece a tener síntomas menstruales muy fuertes, como si me fuera a llegar en ese momento. Dolor de piernas, espalda baja y cólicos muy intensos. Eran las ocho de la noche y en el centro de fertilidad no contestan a esa hora, entonces como era de esperarse entre en pánico, sabia que algo andaba mal, no pude contener mis lagrimas y mi frustración. Mi cuerpo me estaba hablando, conozco perfectamente cuando son síntomas de regla y cuando no, así que pase una noche terrible y larga. Entre al baño mil veces por que sentía que me estaba bajando, pero no. Mi esposo al verme tan  angustiada y sin poder parar de llorar no sabia que hacer ni que decirme, y cuando soltó las palabras fue como un aterrizaje forzoso y doloroso, "mi amor cálmate, si esta vez no funciona lo intentamos de nuevo y ya". Es tan fácil decirlo!!!

Día 8, amanecí con menos dolor pero mi mente ya pensaba lo peor. De ánimo estaba fatal, llamamos al medico y dijo que me tomara una buscapina simple y reposo total, pero no se animó a decirme nada, solo "faltan dos días para la beta, esperemos en reposo". Yo seguía intranquila, pero las chicas del infertilpady y sus blogs me calmaron un poco. Leí en varios, que los dolores de regla son bastante comunes cuando hay implantación, entonces me hice a la idea que era eso lo que estaba sucediendo. 
Aunque en la espera de la beta pasada no había sentido tanto dolor, más bien fueron muy leves, casi imperceptibles y solo los primeros tres días, luego todo normal. Dicen por ahí que todos los embarazos son diferentes, entonces trataba de pensar que era eso.

22 de enero de 2015

Beta Espera

Esto de esperar no es tan chevere, ahora con el instantaneismo del mundo actual, de que todo es "ya" y "ahora" se nos hace más difícil ser pacientes. Saber esperar con buena actitud no es para nada fácil y mucho menos cuando lo que esperas definirá la etapa siguiente de tu vida, cuando eso que esperas es lo que has esperado por años y has deseado desde que eras chiqui.

Esta segunda beta-espera la estoy llevando mucho mejor, he tratado de tener mi mente ocupada y no "pensar" en lo que esta pasando, no maquinar, no razonar, no googlear, no imaginarme cosas, no sugestionarme ni alarmarme con cualquier síntoma o malestar que tenga. Hice todo lo contrario en mi primera beta y la verdad no lo pase muy bien, así que he decidido que esta vez seria diferente y hasta el momento voy bien. Si, he tenido algunas molestias, pero como no he querido alarmarme, hago como que es normal y ya.

Todavía me queda una semana de espera y aunque sentimos como que el tiempo se congela mientras el resto del mundo sigue su día a día sabemos que es una fase más en FIV y que valdrá la pena. Todo vale la pena, todo el esfuerzo y sacrificio, todo el dolor y la angustia, los cuidados, el tiempo y el dinero todo todo estoy segura que algún día valdrá la pena.

20 de enero de 2015

Ilusión

Por fin, después de dos largos meses llego el anhelado día de la transferencia. Cinco días antes inicie con la progesterona intramuscular que por cierto duele muchísimo y también con valerato de estradiol con dosis casi que triplicada, pues el ultimo examen salio bajo, 3.29 así que de esta manera empece a prepararme para recibir a mi bebe. Con todo esto las hormonas no se hicieron esperar y con ellas la sensibilidad, ansiedad e irritabilidad me acompañan desde entonces, pero no solo a mi, pues mi esposo parece que estuviera tomando hormonas también, así que paciencia de parte y parte.

El día llego, nos esperaban a las 11am del día 19 de Enero. Todo estaba listo, el blastocito estaba descongelado y listo para llegar a casita con la mamá. Aunque ya había tenido un FIV antes en otra clínica, todo ha sido diferente en este nuevo lugar, y la transferencia no era la excepción. Me sorprendió bastante que no debía tomar mucha agua, es decir no podía tener vejiga llena, el procedimiento en sí es el mismo, la camilla tiene una inclinación ligera, así que la cabeza me quedo hacia abajo y no podía ver mas allá que un monitor y la cara de mi esposo detrás mio.

Mientras todo sucedía el medico empezó a hablarme y dijo" bueno, vamos a embarazarte, eres la primera transfer del año y seras el primer embarazo, ya verás". Estaba muy optimista, y yo decía así será, mientras traspiraba y respiraba profundo para olvidarme de la molestia. Sentí algo de dolor pero fue rápido, cuando menos lo esperaba el doctor dice, listo terminamos. reposo y mucho cuidado. También me dijo "de aquí en adelante estamos en manos de Dios, lo humanamente posible ya lo hicimos, hay que confiar" ellos salieron y me han dejado en esa camilla con las piernas arriba por 15 minutos, luego en camilla normal 45 min más sin ir al baño ni levantarme.

Pasado ese tiempo me dieron de alta, junto con mas inyecciones y óvulos de progesterona, la beta sera el día 29 de enero. Ahora estoy en reposo, dedicada a descansar y estar lo más tranquila posible. Peliculas, libros, blog, twiter y la #infertilpandy y una buena cobija me acompañan en esta espera. Los cuidados de mi esposo y las gotitas del homeopata para manejar la ansiedad y pensar en positivo y que todo va a salir bien. Hice todo lo que estaba a mi alcance para esto, puse todo de mi, estamos llenos de ilusión y ahora solo queda esperar.


6 de enero de 2015

No es fácil.

Las ultimas semanas han sido un poco raras, entre festividades navideñas, pequeñas visitas en casa y cortos viajes he tratado de camuflar un poco la ansiedad y todos los sentimientos que afloran en medio de un tratamiento de fertilidad, Ya se que no es para nada fácil convivir con la infertilidad, con la llegada de la indeseada cada mes como un recorderis de que este mes tampoco fue, por que aun guardo la esperanza, no es fácil lidiar con la gente, los cercanos y los lejanos, los imprudentes y los que por tratar de ayudar, terminan metiendo mas la pata, los que saben y los que no.

 Ya me harte de todo esto, de dar explicaciones o justificar por que no me puedo tomar una cerveza o por que estoy con uno kilos de mas, me cansé de hacer carita feliz a todos cuando por dentro estoy mal, de hacerme la fuerte y que nada me afecta cuando hasta un pañal me arruga el corazón. Soy humana y por estos tiempos mas sensible e irritable de lo normal. Las fiestas han terminado y ya estoy en casa, con pocas ganas de socializar y muchos anhelos de que esta vez todo salga bien.