Lo que ya no me aguanto

Si algo me ha enseñado esta experiencia es a ponerme en los zapatos de..., a criticar menos y entender más y a pensar antes de hablar o de dar una voz de aliento, pues en varias ocasiones es más el daño que el alivio.

Es tan fácil ver los toros desde la barrera, criticar y juzgar a los demás sin saber lo que realmente pasa en su interior, que cuando te percibes ya no en la barrera, sino en la pista, siendo el protagonista del espectáculo es completamente opuesto.

Ese cuento de que "yo te entiendo" o "sé como estas" cuando en realidad ni lo uno, ni lo otro por que nunca han vivido lo que yo estoy viviendo y no saben lo que se siente es igual o peor a callar y hacer de cuenta que nada pasa, que todo esta bien.

En este primer año de lucha contra la infertilidad he tenido que escuchar muchas palabras de "aliento" que por el contrario terminan en bajonazos de animo. Todo porque decirlo es muy sencillo, de nuevo el "relajate", todo estará bien, estas muy joven por que el afán, eso pasa cuando Dios quiera, es obsesión, no hay que forzar las cosas, sino sucedió fue por que no era su voluntad, todo tiene su tiempo, algún día lo conseguirás, las cosas pasan por algo, cuando seas madre entenderás, no te quedara tiempo para nada y los que no saben y ustedes para cuando? ya es hora, y así miles de comentarios, que la verdad no ayudan para nada, más bien tienen el mismo efecto que el limón en una herida, alborota el dolor y los recuerdos. Ya no los aguanto!

Sinceramente esto me pasa muy a menudo, quisiera ser más fuerte para resisitir a esos dardos y que no me derrumben tan fácil, la gente habla mucho, a veces habla por hablar sin saber el efecto que producen las palabras y por mas que uno lo intente esas palabras se quedan rondando en la cabeza una y otra vez, como recordándote cada segundo ese padecimiento.

Igual que los efectos negativos de esos comentarios, son los efectos de las nuevas mamás en facebook, embarazos, ecografías, test, fotos del baby, padres felices, invitaciones a baby showers y cumple de bebes y cada día más y más anuncios de ese tipo. Me alegra por ellos pero debo confesar que me ponen mal, aunque por fuera sonría la procesión va por dentro y el corazón se arruga.

Es imposible evitar todo lo anterior,  pues asi es el mundo real y no queda de otra que vivirlo a nuestra mejor manera, huyendo de aquello que nos lastima, enfrentando lo que queremos superar y luchando por nuestros sueños.  Esta claro que la mayoria de las veces las intenciones son las mejores, animar, dar fuerza quizá  un poco de esperanza pero en estos casos creo que las palabras sobran, más cuando no se sabe que decir. Vale más un abrazo fuerte que una palabra equivocada en un momento equivocado.