30 de junio de 2014

Sanando Heridas

Igual que cuando te cortas y duele o te operan y te hacen puntos, duele aún más y  la cicatriz queda. Así mismo se vive y se padece el proceso posterior a un aborto luego de un tratamiento de reproducción asistida. Algunas cicatrizan mejor que otras, más rápido y mejor, otras como yo, a paso lento. 

Sanar heridas es difícil sobretodo cuando son del corazón, llorar y desahogarme cuando siento la necesidad me ha hecho mucho bien. Al principio no podía evitar llorar cada vez que algo de "bebe" estuviera a mi alrededor ya sea en temas de conversación, fotos, ropa, tiendas, embarazadas o bebes por la calle, amigas que buscan bebe, o que ya quedaron, comerciales de tv.. De manera espontánea se me aguaban los ojos, era como sal y limón para la herida, era como si quedara otra vez en carne viva. Eso me sucedía de manera constante y cuando pensaba que ya estaba saliendo del pozo, retomando mi vida, saliendo de la cama algo de esto aparecía y me hundía nuevamente.

Esa manía que tenemos las mujeres de compararnos con otras me estaba matando, pensaba en esas injusticias de la vida que son difíciles de entender. Las que no quieren ser madres o por lo menos no estaba en sus planes, quedan embarazas una y hasta dos veces sin querer y en el momento de la noticia se convierte en una tragedia y yo digo "como es la vida no? unas por que no quieren, otras por que no podemos. Dios le da pan al que no tiene dientes. Sentía envidia, rabia con la vida, conmigo misma, al mismo tiempo alegría por la nueva vida y frustración. Sentimientos que me acompañan desde el momento en que supe que ser mamá de manera natural era imposible.

27 de junio de 2014

El Duelo

Lo que sentí en los días posteriores fue una mezcla de emociones incontrolables. Lloraba, me desahogaba, intentaba distraerme y pensar en otras cosas, pero parecía que el mundo entero se encargaba de recordármelo todo el tiempo, y cuando pensaba que estaba "bien", de repente soltaba litros de lágrimas sin poder parar. También sentía culpa, esa culpa de ser infértil, de sentirme a veces diferente a las demás, culpa de la perdida, de quizá no haber hecho lo suficiente.

Algo en mi cambió, fue como si me hubieran cambiado el chip. De repente me volví más arriesgada y lo primero que quise hacer, desde que salí del consultorio fue tirarme en parapente, algo que jamás pensé que fuera capaz de hacer, paso algo más de un mes para que sucediera, el momento fue de cierta manera liberador, mientras volaba pude sentirme completamente libre y todo el dolor que tenia quise dejarlo ahí, en lo alto y que el viento se lo llevará. Fue una experiencia completamente sensacional.

No pensé que la vida me fuera a poner en el camino esta prueba tan dura, pero ya que esta ahí debo aceptar que en medio de tanto dolor me ha dejado cosas positivas. Siento que he crecido como persona, como ser humano y como mujer, también más fuerte y más madura eso es algo invaluable. Bien dicen por ahí que lo que no mata, fuerza te da y creo que ya lo comprobé. Pero a la gente le gusta criticar y juzgar y  me ha costado mucho entenderlo y superarlo. Tuve que escuchar varias veces estas frases, "llevas dos semanas llorando, tampoco es para tanto", o "eso no es nada, todo pasa", "tienes que superarlo", "no te deprimas", "tienes que seguir con tu vida", "estas obsesionada,  relajate y quedaras sin tratamiento", "estas muy joven, por que tanto afán" y así muchas otras más. Pero solo quien lo ha vivido en carne y hueso puede comprender cómo se siente y entender que lo menos que uno quiere es escuchar esas palabras.

26 de junio de 2014

Primera ronda

La decisión estaba tomada, luego de varios ires y venires, de pensarlo muy bien con mi esposo, y consultar también el bolsillo dimos el primer paso. Una ilusión llego ese día a nuestros corazones pero no llego sola, llego con un poco de temor y lógicamente ansiedad por todo lo que se venia. Salimos con un paquete de medicamentos inyectables y ahí nos dimos cuenta que era nuestra realidad.

Días eternos y una avalancha de sentimientos que yo ni siquiera entendía, no sabia lo que me pasaba ni como me sentía, y como no estarlo con tanto medicamento hormonal, no era para menos. Lloraba, pero al los minutos reía o viceversa, me enojaba por todo, estaba super irritable. Pobre de mi esposo que tuvo que soportarme así, mucha paciencia se necesita.

Y pensaba:"a los hombres si les toca muy fácil no? debería ser por partes iguales, no es justo! Tres inyecciones diarias, las hormonas haciendo fiesta, la ansiedad que no para y ellos como si nada". Sin saber lo que se venia. Aspiración, la verdad fue un poco dolorosa, sangrado excesivo y en observación 2 horas y de ahí en adelante la necesaria pero dolorosa progesterona.

Aunque uno trate de llevar una vida normal durante esos días, la cabeza no se detiene. Estas en función de ese sueño todo el tiempo, escuchas testimonios, buscas en internet (error), sales a la calle y ves ropa de bebe, comerciales de bebe, bebe, bebe por todos lados, pero te aterrizas un poco cuando la gente empieza a comentar, aparecen los que están en contra de tratamientos de fertilidad por temas religiosos, aparecen los que te apoyan y desean que todo salga bien, aparecen los que son pesimistas y dicen que eso no es muy efectivo, que vas a perder el dinero, aparecen también los que solo quieren chisme y criticar, los que creen que es fácil, los envidiosos, también los optimistas, los realistas...todos aparecen con comentarios pesados que en medio de esa sensibilidad pegan fuerte, calan y se quedan.

24 de junio de 2014

Por que a mi?

Decidi escribir este blog como una forma de liberar un poco mis frustaciones en la busqueda de ser mamá, hacer un poco de catarsis emocional y contar mi experiencia a quien le interese.

Después de tres años de casada y de dos años buscando bebe sin resultado, decidimos con mi esposo buscar ayuda con un especialista en fertilidad, el momento llegó y las tareas también, un sin número de exámenes y términos hasta el momento desconocidos para mi me llenaban de miedo y ansiedad. Ese típico miedo a lo desconocido y ansiedad por lo que pudiera suceder. Y ahí empezó este desafío.

Los resultados de los exámenes fueron la respuesta o quizá la confirmación de las dudas que tenia el medico acerca de mi caso. Trompas de Falopio encapsuladas. Que carajos es eso? por que se da? sentía que me hablaban en chino avanzado, no entendía nada! 

Hasta ese momento mi ignorancia acerca del tema era total, y poco a poco comprendí que las trompas son el conducto que conectan el útero con los ovarios y es allí donde se produce la fecundación del ovocito que luego al viajar al útero se convertirá en embrión, y si estas no funcionan, sencillamente no habrá embarazo. 

Pero si esto no  fuera poco, había más. Un cuadro de endometriosis severa, síndrome de ovario poliquisto e hipotiroidismo. Paso a seguir laparoscopia y de ahí salí directo a programación de cirugía.